Reflexión Pedagógica

Me sorprenden las REPRESENTACIONES que en mis años laborales como educadora he conocido de algunos docentes, frente a la evaluación, especialmente en lo que se refiere al planteamiento de cuidar al niño, que no se estrese, que nunca sepa que está siendo evaluado, entre otras.
Si bien, es altamente probable que la experiencia que cada uno proyecta en su labor diaria, se relacione profundamente con la vivencia en su rol de alumno, me impresiona cómo aún existe una mirada de la evaluación desde el “Enfoque Tradicional”, y no estemos en la línea desde todos sus ángulos, del actual modelo de la “Evaluación Auténtica”, que por lo demás está planteada en la reforma educacional, y por ende, presente en los planes y programas de Pre-Básica y Básica. (no tengo conocimiento si en Enseñanza Media ocurre lo mismo).
Me parece bien que tanto pre-escolar como 1º y 2º básico no avisen los controles pues es muy válida la confianza que se tiene, respecto a que los niños manejan los contenidos y destrezas que ya han desarrollado, y por ende, esos son sus verdaderos aprendizajes; no así, cuando se preparan para una prueba… pues sabemos que la duración de esa información no será a tan largo plazo…
Es relevante que todos comprendamos que la Eval. Tradicional tiene varias desventajas que dificultan el cambio hacia una pedagogía de excelencia, puesto que, no promueve la responsabilidad que tienen las instituciones respecto de la calidad de su enseñanza, (la culpa siempre es del alumno), limita la educación diferenciada para niños con necesidades educativas especiales, no se convierte en una instancia de aprendizaje para todos sus actores, alumno-profesor, nunca considera los intereses del alumno, ocupa un gran porcentaje del período escolar, en desmedro de la posibilidad de profundizar en las unidades pedagógicas (el profesor se toma la mitad de la clase para calendarizar pruebas, para recibir quejas de los alumnos, toda una clase para efectuar la prueba, otra ½ clase para entregarla y revisarla con el curso, más horas para las siguientes pruebas, con el suma y sigue, ¿Cuántas horas reales son de aprendizajes de contenido y/o habilidades?, se utilizan mayoritariamente sólo las “pruebas” como instrumento de evaluación, sin tomar en cuenta todas las inteligencias y modos de aprender de los alumnos, existen los trabajos, los foros, los debates, los portafolios, las bitácoras, las presentaciones, etc.
Generalmente no considera el gran beneficio pedagógico que supone el análisis del error y el proceso en la experiencia de ir progresando. La cautela por la equidad, no permite aprendizajes de alto nivel, frenando a los que tienen mayores capacidades, generalmente se establecen en el diseño del instrumento a utilizar, preguntas de taxonomía baja (conocimiento de hechos, términos conceptuales), alejándose de la posibilidad de plantear aprendizajes de taxonomía de nivel alto (espíritu crítico, capacidad de síntesis, relaciones, etc.) , todo lo anterior, no favorece la “autonomía en el alumno.
Es fundamental, además, destruir la creencia de que al desarrollar competencias, se renuncia a trasmitir conocimientos.
La Evauación Auténtica plantea varios principios que me parecen que debemos considerar en
nuestras prácticas pedagógicas en todos los niveles:
Es una instancia para mejorar la calidad de los aprendizajes porque no solamente juzga un aprendizaje en particular, sino que pretende intervenir a tiempo para asegurar así que tanto las actividades, como los recursos utilizados respondan con coherencia a las características de los niños y de los aprendizajes esperados.
La eficacia además está dada por la auto-evaluación, en donde plantea que la educadora promueva el auto-descubrimiento de la tarea a realizar por los alumnos, y también el monitoreo de su propia actividad, facilitando procesos de metacognición en su trabajo personal diario.
Supone un proceso Colaborativo: aprende el alumno del profesor, el profesor de sus alumnos, y el alumno de sus pares, estos últimos como mediadores en los aprendizajes.
Cuando la evaluación se da un contexto compartido entre educador y estudiante aumenta la efectividad de la enseñanza, ya que, cuando se involucra al niño esto le permite comprender sus capacidades y sus necesidades, responsabilizándose de su propio aprendizaje.
Utiliza en todo el proceso el error como medio para el aprendizaje. Permite la evaluación de competencias y no sólo de contenidos, (no olvidemos que el mundo va tan rápido que además los contenidos van cambiando) pero por sobre todo en contextos que le son significativos al alumno; con ello aseguras mayor y más profundo aprendizaje.
Plantea un repertorio amplio de técnicas y estrategias evaluativos que permitan recopilar el máximo de evidencias sobre los desempeños personales y grupales, en función de las distintas inteligencias.
Forma parte integral de la enseñanza; y no como un ítem aparte, de alguna manera es circular o más bien en espiral, porque avanzas, mejoras, te desarrollas, gracias a ella el docente toma decisiones para el mejoramiento pedagógico. Una mala evaluación supone malas decisiones.
Se desarrolla a partir de las fortalezas del niño. Ayuda al niño a identificar lo que ya domina (Zona de Desarrollo actual), y lo que será capaz de lograr con el apoyo de otro con mayores competencias (zona de desarrollo próximo) (Vygotsky)
La eval. Auténtica ha tomado los aportes de otros modelos alternativos a la ev. Tradicional, uno de ellos es la evaluación del Desarrollo, (Master, 1996)
Si bien, es bastante actual, la verdad es que la Ed. Parvularia ha utilizado esta manera de evaluar desde sus inicios.
Me parece fundamental decir que en lo que respecta a la evaluación, nosotras tenemos mucho que aportar a los niveles superiores.
La ev. Del Desarrollo (lo que nosotras hacemos) implica vigilar el progreso del niño en los distintos ámbitos de experiencias del aprendizaje, para así tomar decisiones a favor de sus futuros aprendizajes.
Propone centrar la evaluación en el proceso de crecimiento personal de cada niño, y no en el éxito o fracaso, y pone énfasis de igual manera para las competencias, los conocimientos, como los significados.
Finalmente me parece justo y transparente compartir con cada niño –con palabras a su nivel- sus logros y también sus desafíos y no sólo en lo más cognitivo, también a nivel valórico, social o normativo, pues el niño se torna más responsable de su propio crecimiento.
Que esta reflexión pedagógica, nos permita a todos crecer en nuestras prácticas docentes.